2/1/12

Camelle

El siguiente punto a visitar se encuentra en el pueblo de Camelle, parroquia perteneciente al ayuntamiento de Camariñas.


Es un pueblo pesquero precioso. Como algunos recordaréis, el 19 de noviembre de 2002, tuvo lugar uno de los mayores desastres ecológicos del mundo que tiñó de negro la costa gallega: el petrolero Prestige se hundió después de partirse en dos frente a la Costa da Morte. Os cuento esto por que la siguiente visita que realizaremos, tiene mucho que ver con esta catástrofe.


Manfred, un alemán afincado en Camelle, esculpió y dibujó cientos de obras de arte. Todo el tiempo que vivió en el pueblo, su residencia era una caseta de madera construida con sus propias manos en medio de las rocas, donde él esculpía y dibujaba. 


Pinturas y esculturas de Man.
Su personalidad humilde, amable y ecologista le empujaban a vivir de ese modo y lo mejor de todo es que así es como era feliz.


Manfred Gnädinger llorando ante la catástrofe
que el Prestige provocó en sus obras y en toda la costa. 
Con el tiempo las esculturas y pinturas le dieron pie para abrir un museo, O Museo de Man. Él era lógicamente el encargado y cobraba una entrada a un precio mínimo, 100 ptas. y más tarde 1€, mientras que repartía folletos para que los visitantes diesen su opinión del museo. Durante muchos años estuvo en funcionamiento sin problemas, pero fue ese fatídico 19 de noviembre de 2002 cuando todo cambió. Todas sus obras se vieron afectadas por la marea negra y su estado anímico empezó a decaer. 
Murió tan sólo un mes después, el 28 de Diciembre de 2002, consumido por la tristeza de lo ocurrido y la depresión que tenía por ello. 

Su legado, que aún perdura a día de hoy, se está perdiendo y destruyendo sin que las Administraciones se preocupen por ello. En su testamento dejó sus ahorros de toda la vida, 120.000€ para preservar y cuidar su museo, su obra. Ni la Xunta ni el Estado hacen nada para evitarlo a pesar de tener firmado numerosas ayudas y planes de recuperación, por eso existen asociaciones que luchan por preservar y reconstruir el museo. 


Esta belleza no se puede dejar morir.

1 comentario:

  1. Joba, qué pena que se pierda algo así. Es vergonzoso que, aún encima que el pobre hombre deja sus ahorros para mantener el museo, pasen de todo.
    Así va el mundo...

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